martes, 4 de abril de 2023

•● La leyenda de los Nahuales ●•



Los nahuales son personajes que tienen sus or铆genes en la Am茅rica prehisp谩nica, ya que muchos de los dioses de las culturas nativas ten铆an la capacidad de cambiar de forma y adoptar la de un animal. 

Se dice, que con el paso del tiempo, esta capacidad fue adquirida por chamanes y brujos, que normalmente llevan a cabo sus transformaciones por las noches.

Estos pueden ser buenos o malos: si son buenos, se consideraba una persona sab铆a, con poderes para ayuda al pr贸jimo, si es malo, esta persona es descrita como un malvado hechicero que busca afectar a las personas.

As铆 mismo, si en su forma animal es atrapado y permanece sin librarse hasta el amanecer, su muerte ser谩 inminente y en caso de ser herido, al d铆a siguiente, el nahual que ya recuper贸 su identidad humana, mostrar谩 las huellas del maltrato que sufri贸, en la parte del cuerpo que en el animal fue afectada.

El oso de la oscuridad 馃惢

•● La leyenda del Venado Azul ●•



Cuentan los ancianos, que hace mucho, mucho tiempo en la sierra huichola se reunieron los abuelos para platicar de la situaci贸n en la que se encontraban. Su gente estaba enferma, no hab铆a alimentos, ni agua, las lluvias no llegaban y las tierras estaban secas. Decidieron mandar de cacer铆a a cuatro j贸venes de la comunidad, con la misi贸n de encontrar alimento y traerlo a su comunidad para compartir fuera mucho o poco. Cada uno representaba un elemento, es decir el fuego, el agua, el aire y la tierra. A la ma帽ana siguiente emprendieron el viaje los cuatro j贸venes, cada uno llevando su arco y su flecha. Caminaron d铆as enteros hasta que una tarde de unos matorrales salt贸 un venado grande y gordo. Los j贸venes estaban cansados y hambrientos, pero cuando vieron el venado se les olvid贸 todo; comenzaron a correr detr谩s de 茅l sin perderlo de vista. El venado ve铆a a los j贸venes y se compadeci贸. Los dej贸 descansar una noche y al d铆a siguiente los levant贸 para seguir con la persecuci贸n. As铆 transcurrieron semanas hasta que llegaron a Wirikuta (desierto de San Luis Potos铆 y camino sagrado de los huicholes). Estaban justo en la puerta al lado del cerro de las Narices, en donde habita un esp铆ritu de la tierra y vieron al venado que brinc贸 en esa direcci贸n. Ellos juraban que se hab铆a ido por ah铆, lo buscaron pero no lo hallaron. De pronto uno lanz贸 una flecha que fue a caer en una gran figura de venado formada en la tierra de plantas de peyote. Todas juntas brillaban con el sol, como esmeraldas mirando a una direcci贸n. Confundidos los j贸venes con lo sucedido, decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado (marratutuyari) y llevarlas a su pueblo. 

Despu茅s de d铆as de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyote (h铆kuri) a todas las personas que despu茅s de un rato los cur贸, aliment贸 y les quit贸 la sed. Desde ese momento los huicholes veneran al peyote que a mismo tiempo es venado y ma铆z, su esp铆ritu gu铆a. As铆 cada a帽o, hasta nuestros tiempos, siguen andando y peregrinando, manteniendo viva esta ruta de la sierra huichola hasta Wirikuta, para pedirle al Dios lluvias, sustento y salud para su pueblo.
Pampariusi (gracias en la lengua Wirrarika).

El oso de la oscuridad 馃惢

•● El Charro Negro ●•



Hace muchos a帽os, numerosas familias de mineros y jornaleros trabajaban a deshoras, muchos de ellos en condici贸n de esclavos. Entre ellos se encontraba Juan, un hombre ambicioso que no dejaba de quejarse de su suerte.

Al terminar una jornada laboral, acudi贸 a la cantina m谩s cercana y comenz贸 a beber en compa帽铆a de sus amigos. Entrado en copas, les comento a sus compa帽eros: “La vida es muy injusta con nosotros. Dar铆a lo que fuera por ser rico y poderoso.”

Cuando de pronto, un charro alto y vestido de negro entr贸 a la cantina y le dijo: “Si quieres, tu deseo se puede ser realidad.”

Las personas que se encontraban en el lugar, al escucharlo se persignaron e incluso se retiraron r谩pidamente del lugar.

Lo que ten铆a que hacer era, acudir esa misma noche a la cueva del Coyote, que en realidad era una vieja mina abandonada. Juan insisti贸. A la hora acordada ya estaba parado frente a la mina, pero no vio nada extraordinario. Pr贸ximo a retirarse descubri贸 un agujero en el cual hab铆a una v铆bora que lo observaba fijamente. Impresionando con el inmenso tama帽o del reptil, Juan decidi贸 llev谩rsela a su casa para poder venderla posteriormente. Llegando a su casa, la deposit贸 en un viejo pozo de agua que se encontraba seco y lo tap贸 con tablas.

Su esposa intrigada por el motivo de la tardanza, pues el hombre segu铆a ahogado de borracho y le fue en vano saberlo. Cuando se durmi贸, Juan comenz贸 a so帽ar con la v铆bora, quien al parecer le dec铆a:

“Gracias por darme tu hogar y aceptar que entre en las almas ustedes. Al despertar encontraras en tu granero el pago por tu alma. Si decides aceptarlo, tendr谩s que darme a tu hijo var贸n.”

Juan ten铆a dos hijos, uno de seis a帽os y un beb茅 var贸n de seis meses. Al despertar, a煤n con algunos efectos del alcohol se dirigi贸 al granero donde encontr贸 entre el ma铆z desgranado unas bolsas repletas de monedas de oro. Enseguida el llanto de su mujer lo sac贸 de su concentraci贸n, su hijo menor hab铆a desaparecido, mientras que la ni帽a se帽alaba al pozo sin agua. Retirando las tablas, Juan encontr贸 a su peque帽o despedazado, pero no hab铆a rastros de la v铆bora.

Con el paso del tiempo, como consuelo, empez贸 a adquirir terrenos y construy贸 una hacienda. Meses despu茅s, en sus sue帽os la serpiente le hizo un segundo trato: “Ampliar su fortuna a cambio de m谩s hijos.”

Sin pensarlo, Juan se hizo de muchas amantes, todas oriundas de pueblos lejanos. Cuando daban a luz estas mujeres, el hombre se aparec铆a exigiendo a los menores para su crianza. Creciendo considerablemente su fortuna en unos a帽os. Lleg贸 el d铆a de su muerte.

En el velorio la gente se encontraba presente rezando, cuando entr贸 por la puerta principal un charro vestido de negro que exclam贸.

“¡Juan!, ¡estoy aqu铆 por el 煤ltimo pago!”

Al decir esto, desapareci贸, dejando un olor a azufre. La gente intrigada abri贸 el ata煤d de Juan y no encontr贸 m谩s que el esqueleto. 



Desde entonces, se cree que el Charro Negro anda buscando qui茅n cambie su alma y la de los suyos a cambio de unas monedas de oro.

Seg煤n la leyenda, el charro se sigue apareciendo en las noches, por las calles de las ciudades o en los caminos rurales. Siendo misterioso, en ocasiones acompa帽a a los caminantes, pero si la persona accede a subirse al caballo o recibe monedas de este, su suerte est谩 dada.

El oso de la oscuridad 馃惢

•● Erzs茅bet... La Condesa Sangrienta ●•

Su nombre aut茅ntico era Erzs茅bet (Isabel, en castellano) B谩thory, pero la historia la conoce como La Condesa Sangrienta, por su afici贸n a se...