Sacerdote sin cabeza
El sacerdote sin cabeza, también conocido como el Cura, Fraile o Padre sin cabeza, es un personaje perteneciente a una leyenda colonial del folclor latinoamericano, el cual es descrito como el fantasma de un sacerdote sin su cabeza.
Cuenta la leyenda que por las noches aparece de la nada el fantasma de un sacerdote (o bien, un fraile o monje católico), vestido con el hábito usual de su orden o con sotana, pero con la particularidad de que no tiene cabeza, por lo que causa terror y pánico entre la gente. Algunas versiones de la leyenda del sacerdote sin cabeza coinciden en que el personaje se trataba de un cura católico cuyo comportamiento no era el adecuado para una persona de su investidura, quien, como castigo por sus actos, fue decapitado, o bien, se trataba de un sacerdote que fue injustamente decapitado por sus enemigos, tras lo cual su fantasma se aparece deambulando por las noches, ya sea por las calles o en ermitas, iglesias y otros recintos religiosos, buscando desolado su cabeza, espantando a los pecadores, o como mudo testigo que reclama justicia por su muerte.
La leyenda del Sacerdote sin cabeza es común a muchos países de Latinoamérica, encontrándose versiones de la misma en México, Centroamérica, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, El Salvador, Uruguay, Argentina y Nicaragua. Sus orígenes parecen remontarse a la época de la evangelización colonial donde la Iglesia era la ejecutora de castigos. Como revancha a la opresión, el relato popular se lo toma con el sacerdote, castigado eternamente por algún horroroso pecado.
Leyendas de fantasmas sin cabeza que deambulan por las noches pueden encontrarse en todas las culturas.
Los avistamientos de jinetes sin cabeza empiezan a hacerse frecuentes tras la llegada de los europeos a América, reportándose leyendas acerca de estos espectros en lugares tan disímiles como Nueva York, Texas, Luisiana, México, Panamá, Cuba, Venezuela, Ecuador y Chile, llegando incluso a ser popularizados por la literatura como es en el caso de la historia corta La leyenda de Sleepy Hollow, del escritor estadounidense, Washington Irving, escrita en 1820.
En América Latina, los orígenes de la leyenda del Padre sin cabeza parecen estar relacionados con las ejecuciones de los misioneros católicos durante la época en que comenzaba la difusión del Cristianismo en América, donde estos sacerdotes y monjes eran vistos, especialmente por los encomenderos, hacendados y caciques de la época que querían mantener el poder, como una amenaza, o bien, por no comulgar con el sentir de la propia Iglesia católica de ese entonces, lo que llevaba a la ejecución de estos sacerdotes, muchas veces contra la voluntad del mismo pueblo, en el marco de la Inquisición Española.
En México, la leyenda tiene especial difusión en la ciudad de Tonalá, en el estado de Jalisco, donde se narra la historia de un sacerdote que fue colgado en la calle Pedro Moreno, en el centro de la ciudad, durante la época de Los Cristeros. Se cuenta que a medianoche en las inmediaciones de la Parroquia de Santiago Apóstol, en el trayecto que se localiza entre el arco y el campanario, quienes por ahí pasan ven la silueta del sacerdote sin cabeza, pasando por el arco, hacia el lado oriente de la calle, mientras sopla un viento helado.
En el estado de Yucatán, se le conoce como Kulkalkin, donde se cuenta versión aún más antigua que cuenta que este, alguna vez, fue un sacerdote maya que fue decapitado (o bien no se sabe muy bien el motivo de su muerte), perdiendo así su cabeza y su alma en pena vagaba por los caminos buscando su cabeza. Con la llegada de la colonización en Yucatán, este se transformó desde un sacerdote maya a un sacerdote católico, es decir, cambió a ser un sacerdote con traje como los usan los sacerdotes de la religión católica. Se cuenta también que este rapta a niños malcriados o desobedientes; se utiliza la leyenda del Kulkalkin para atemorizar a los niños desobedientes.
En el estado de Hidalgo, es también popular una leyenda acerca de un jinete sin cabeza.
El cura sin cabeza es el aparecido más popular de los pueblos del Perú, donde abundan las historias de estos peculiares fantasmas, algunos de los cuales tienen, incluso, la capacidad de volar.
Una de las principales versiones sitúa la historia en el distrito de Barranco, en la capital del país, Lima, en una capilla conocida como Iglesia de la Ermita, que es uno de los edificios más antiguos de todo el barrio. A finales del siglo XIX, ocupaba este templo un sacerdote de conocidas malas tendencias, de carácter agrio, y vida visiblemente desordenada. Un personaje frívolo que no resaltaba precisamente por su carisma, dando como resultado que los habitantes del barrio no le destinaran su simpatía. Por aquellas fechas se manifestó un turbulento terremoto en la ciudad. Mientras el párroco se encontraba en el patio de la ermita ocupado en sus tareas, el movimiento sísmico provocó que una de las cúpulas se derrumbara.
El oso de la oscuridad 🐻